Haciendo tiempo para la Práctica de Meditación

Vide Kadampa nos ha compartido este artículo para publicarse en español. Espero lo disfruten muchisimo. Con amor

Be Like a Waxing Moon

Si te preguntas como podrías encontrar tiempo para una práctica de meditación formal, aquí tienes una pequeña historia que podría ayudar a inspirarte.

Un día, un viejo maestro de la Escuela de Administración Pública en Francia fue invitado a dar conferencias sobre el tema “Manejo Eficiente del Tiempo” a un grupo de 15 directivos ejecutivos que representaban a las compañías más grandes y exitosas de América.

La conferencia fue una de la serie de 5 conferencias dadas en un día, para las que a este viejo maestro le fue dada una hora para cada una.

Parado frente a este grupo de directivos de élite, quienes estaban listos para escribir cada palabra que saliera de la boca del famoso maestro, este miro lentamente a los ojos de cada director, uno por uno, y finalmente dijo, “vamos a realizar un experimento”.

De debajo de la mesa que se encontraba en medio del maestro y los asistentes, el Maestro sacó un recipiente grande de vidrio y la colocó gentilmente enfrente de él. Acto seguido, saco de debajo de la mesa una bolsa de piedras, cada una del tamaño de una pelota de tenis, y colocó una por una dentro del recipiente.

Levantando la mirada hacia los directivos presentes, el maestro les pregunto “¿Está lleno el recipiente?” Los directivos contestaron “Si”. El maestro hizo una pausa, y contestó, “¿Lo creen?” Y una vez más busco debajo de la mesa y saco una bolsa de piedritas.

Cuidadosamente, el maestro fue colocando las piedritas dentro del recipiente y sacudiéndolo suavemente, permitiendo que las piedritas resbalaran entre las piedras grandes, hasta que se asentaron en el fondo. Una vez más, el maestro levanto la mirada a la audiencia y preguntó, “¿Está lleno el recipiente?”. En ese momento los directivos comenzaron a entender su intención.

Uno contestó, “¡Parece que no!” “Correcto”, contestó el maestro, y saco ahora una bolsa de arena de debajo de la mesa. Cuidadosamente, el maestro vertió la arena dentro del recipiente. La arena llenó todos los espacios entre las piedras y las piedritas. Sin embargo, el maestro preguntó de nuevo, “¿Está lleno el recipiente?” Sin vacilación, el grupo completo de estudiantes contesto al unísono, “¡NO!” “Correcto”, contestó el maestro.

Y como fue esperado por los estudiantes, el maestro tomó la jarra de agua que estaba en la mesa, y vació agua en el recipiente hasta que estuvo totalmente lleno. Entonces el maestro levantó su mirada una vez más y preguntó, “¿Cual es la gran verdad que podemos resumir de este experimento?” Con sus pensamientos en el tema de la conferencia, uno de los directivos contestó rápidamente, “Aprendimos que no importa que tan llena parezca estar nuestra agenda, si aumentamos nuestro esfuerzo, siempre es posible añadir más juntas y cosas que hacer.” “No”, respondió el maestro.

“La gran verdad que podemos resumir de este experimento es: Si no ponemos primero todas las piedras grandes en el recipiente, nunca podremos hacer que después quepan todas ellas dentro” El auditorio quedó en silencio, en lo que cada director procesaba completamente el significado de las palabras del maestro.

El maestro continuó, “¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida? ¿Salud? ¿Familia? ¿Amigos? ¿Tus metas? ¿Hacer lo que más amas? ¿Pelear por una causa? ¿Tomar tiempo para ti mismo?”

“Lo que debemos recordar es que es más importante incluir las piedras grandes en nuestra vida, porque si no lo hacemos así, es muy probable que nos perdamos la vida en su totalidad. Si le damos prioridad a las cosas pequeñas de la vida (piedritas y arena), nuestra vida se llenará de cosas sin importancia, dejando muy poco lugar o tiempo para las cosas que son más importantes para nosotros. Por esta razón, nunca olviden preguntarse, ¿Cuáles son las piedras grandes en mi vida? Y en cuanto las identifiques, asegúrate de ponerlas primero en el recipiente de tu vida”.

Con una cálido movimiento de su mano, el maestro se despidió de los directivos, y salió del salón lentamente.

Así que es el tema es simplemente decidir que una práctica de meditación es una piedra lo suficientemente grande en tu vida. ¿Cómo llegar a esta conclusión? Observando tu vida cuidadosamente, decidiendo cual es el significado de tu vida, y contemplando los beneficios de tener una práctica estable de meditación de Lamrim. Mi práctica de meditación de Lamrim es la piedra más grande en mi vida. No siempre fue así, pero siguiendo los tres pasos descritos arriba, se convirtió en eso. Mi vida, mis relaciones y mi mente se han transformado, para mejor, inconmensurablemente. ¡Y me siento que apenas está empezando! Con amor Vide